La comunicación verbal y afectiva genera vínculos más cercanos de confianza con nuestros hijos, logrando que se sientan a gusto de estar a nuestro lado.
Las palabras son esenciales en la motivación de nuestros hijos, con ellas podemos transmitirles que son personas buenas, capaces y dignas de amor; por tanto, hablar con nuestros hijos para mantenerlos motivados, será nuestro primer objetivo.
Es importante tomar en cuenta que nuestros hijos podrán sentirse a gusto de estar a nuestro lado al ver que nos tomamos el tiempo adecuado para escucharles, ellos hablaran de temas que son sumamente importantes para ellos; aunque para nosotros no sea algo “relevante”, para nuestros hijos es su diario vivir, la forma que tienen de compartir sus experiencias con las personas que aman.
Pasos para comunicarme mejor con mis hijos
1. Generar un ambiente adecuado.
Necesitamos evitar las distracciones, asegurándonos que nuestros hijos nos escuchan atentamente y prestan atención a lo que decimos.
2. Hacerlos sentir por igual.
Aunque parezca increíble, pero al hablar con nuestros hijos y ponernos al mismo nivel de sus ojos mirándoles mientras hablan, hace que nos vean como una figura de confianza y tranquilidad que les permite expresarse; caso contrario, hablarles desde arriba hace que nos vean como una figura autoritaria, generando temor e intimidación al momento de comunicarse.
3. Estimular la conversación.
En este punto necesitamos llevar de la mano dos aspectos muy importantes, el primero es escuchar con mucha atención lo que nuestro hijo nos está tratando de decir, y el segundo es mostrar interés sobre lo que nos está diciendo, promoviendo la conversación, dando nuestra opinión y haciéndoles preguntas sobre el tema tratado, esto provocara un mayor entusiasmo en ellos, haciendo que disfruten hablar con nosotros.
4. Expresarnos de forma asertiva.
Sabemos que en ocasiones una conversación puede tornarse difícil si el objetivo es corregir una acción inapropiada, sin embargo; al comunicarnos de forma amable y asertiva podremos mostrarle los puntos en los que ha fallado, además de motivarle y ayudarle a pensar en otras formas en la que considera que puede actuar mejor.
5. Mostrar resultados.
Es importante que, desde pequeños nuestros hijos puedan tener una idea clara sobre las acciones que realizan, ya que después de cada acción siempre viene una reacción; esta reacción y/o resultado puede ser positivo o negativo.
Por tanto, es necesario mostrarles que, al realizar una acción negativa necesitan asumir las consecuencias de sus actos; por el contrario, al llevar a cabo una acción positiva, podrán recibir un reconocimiento por la acción realizada.
6. Premiar / Castigar. Muchas veces caemos en el error de pensar que para premiar a nuestros hijos necesitamos hacerles un regalo generalmente material, o por el contrario que para castigarlos es necesario alzar la voz o agredirles; Sin embargo, hay diferentes alternativas que podemos llevar a cabo y lograr que nuestros hijos aprendan sobre las acciones realizadas. Por ejemplo, tomando en cuenta el paso anterior, si nuestro hijo realiza una acción inapropiada y aparte de conversar es necesario corregir, podemos optar por privarle de utilizar uno de sus juguetes favoritos por un periodo de tiempo definido; esto le enseñara que para poder seguir disfrutando de sus juguetes necesita evitar realizar acciones inapropiadas.
Las palabras positivas son la clave
Cada vez que dedicamos nuestro tiempo para hacer saber a nuestros hijos lo importante que son para nosotros como personas, incrementamos la seguridad, confianza y valía que tienen por si mismos; resaltar sus características y hacerles sentir amados es el motor que tendrán activo toda su vida, permitiéndoles reconocer que son capaces de lograr lo que se propongan.
(Refuerzo positivo)
Película “The help”: *Tú eres amable, tú eres inteligente, tú eres importante* El niño cuando hace cosas para llamar la atención. El peor consejo es “No le hagas caso porque está llamando la atención”, Es como decir “No lo alimentes porque está con hambre”.- Carlos González Conocemos que hay momentos difíciles donde no sabemos si hablar, comunicar o corregir sea la respuesta, o en qué momento debemos hacerlo, ya que muchas veces nos dejamos llevar por el cansancio del día, estrés, etc. También olvidamos que al dejar de lado todo el ambiente externo, hay un mundo llamado hijos, esperando por expresar sus ideas, de la misma manera en que nosotros los adultos necesitamos comunicar nuestros problemas, triunfos o el más mínimo detalle. “Ser escuchado con atención es saber que nos aman”. -
¿Somos padres que dialogamos o sermoneamos?
¿Qué debemos y que NO debemos hacer?
Debemos tratar de comunicar algo, evitando que se escuche como un regaño o charla de quejas.
No debemos criticar lo hacen, necesitamos mostrarles que hay mejores formas de hacerlo.
Debemos evitar el sarcasmo, ya que esto provocaría que no deseen volver a hablar con nosotros.
Debemos de dejar atrás lo que ya paso y enfocarnos en comunicar ideas para mejorar el futuro.
No debemos usar la amenaza para que deje de hacer algo, al contrario, podemos reconocer sus logros al hacer bien las cosas.
No debemos usar la mentira para salirnos con la nuestra como padres, ya que eso creara problemas futuros y botara la confianza que puedan tener con nosotros. Es importante la comunicación positiva para que nuestro entorno sea más saludable como familia, cabe decir que el inicio no es tan fácil como parece, pero si tratamos de prestar atención a los puntos en este tema, nuestra comunicación con nuestros hijos mejorara indudablemente.
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